Hoy, 24 de Mayo de 2020, estamos volviendo a aparecer por aquí, después de un año y medio de la última publicación. Mucho tiempo, ¿no? Y es que han cambiado tantas cosas desde entonces.
Estamos viviendo en un nuevo país, al que llegamos hace 7 meses. Hablamos un nuevo idioma: el portugués de Brasil. Y volvimos a las estaciones de mi infancia: otoño en mayo y primavera en septiembre. Incorporamos nuevos sabores a nuestra dieta, especialmente los de panadería como el pão de queijo y los brigadeiros. Hicimos una mudanza internacional que fue toda una aventura, nosotros: mamá Pili, hijo Dante y nuestra mascota Frida. Hacía tiempo buscábamos y necesitábamos este cambio y siempre lo tomamos con la mejor actitud!
Pero la verdad es que no ha sido un año fácil, con todo lo que nos ha tocado desde que llegamos. Primero el clima frío y lluvioso de Octubre, algo extraño en Brasil en primavera. Luego, tremendas inundaciones de verano, como nunca se habían visto en décadas, que nos afectaron física y emocionalmente. Nos llevó meses entender y adaptarnos a los tiempos y ritmos de São Paulo, una ciudad hostil, que encontramos incluso más grande que la Ciudad de México. Y ahora, cuándo parecía que comenzábamos a disfrutar de nuestra nueva vida, nos toca vivir encerrados en cuarentena para protegernos de este nuevo virus que ataca a toda la humanidad.
Todos los días respiro y busco el lado bueno de cada situación. Hay momentos que flaqueo, lloro, desespero. Y entonces vuelvo a renacer, con alguna idea, con ganas de arrancar un nuevo proyecto. Y hasta el final, porque todo lo que empiezo me gusta terminarlo. Hoy es un día de esos, un día de arrancar de nuevo. Este espacio fue creado por mi hace dos años, para compartir mi historia y mis aprendizajes, en particular cómo el método Montessori nos ayuda día a día en casa y en la escuela, para seguir creciendo y aprendiendo. Por ello el nombre del blog. Pero también ha sido un espacio para desahogarme, cómo mamá soltera y extranjera, cómo ejecutiva y mamá, como mujer y amiga creadora de tribus y grupos de encuentro que nos fortalecen y nos brindan herramientas para seguir adelante con ánimo y energía.
Hoy necesitaba volver, escribiendo y leyendo. Ayudándome y ayudando a otros a sentirnos más cerca, empatizar con nuestras historias alrededor del mundo y crear lazos virtuales, que si antes eran novedad ahora ya son una realidad. Y he decidido volver compartiendo lecturas Montessori de hace más de un siglo porque al leerlas encuentro valiosos mensajes que me sirven para guiar mi estilo de crianza. También entiendo que los tiempos son otros: los hogares han cambiado, las personas se comunican por otros medios, el mundo que habitamos nos sacude todo el tiempo. ¿Cómo ser mejor mamá en estos tiempos? ¿Cómo y qué enseñar? ¿Cómo actuar y con qué actitud enfrentar cada situación? ¿Cómo acompañar a nuestros hijos y observarlos como nos enseña Montessori? cuando hay tanto que nos distrae…
Entre tantos cambios, frustración y enojo por lo que nos ha tocado vivir, necesito ver el lado bueno de todo esto y adaptarme. Tengo muchas preguntas y encuentro respuestas en algunas lecturas que les iré compartiendo, junto con experiencias prácticas que me sirven a reforzar esa teoría. No soy psicóloga, ni pedagoga, ni maestra. Soy una simple mamá pero con actitud y grandes deseos de ser ejemplo para mi hijo y para mi comunidad. Desde este lado, te espero en el renovado blog que espero te nutra tanto como a mi.
Pili @actitudmontessori
Actitud Montessori 